Su vínculo con el Leioa empezó como futbolista. Terminada la etapa como jugador, las visitas a Sarriena volvieron a producirse hace ocho años para ver a sus hijos enfundarse la camiseta azulgrana. Su hijo Josu juega en el juvenil y su hija Arrate es portera en el primer equipo del Leioako.

 

Y Jesús Juste es el presidente del femenino desde verano de 2014, cuando entró la directiva de Javier Landeta. “La labor principalmente es de dirigir un poco el club en el apartado femenino. Intentar que vaya todo bien, que siga creciendo, con la ayuda de la gente que está conmigo”, dice Juste sobre su trabajo.

 

Hablando de posibles diferencias con la gestión del equipo masculino, destaca que el trato humano sí varía: “Cuesta más que las chavalas se impliquen. Los chicos, por lo mediático que es el fútbol masculino o lo que sea, se involucran y son mucho más constantes y no sé si con más ganas de triunfar”. En este caso, expresa que el femenino está en Segunda División y que no trasciende como lo hace la categoría de plata masculina. También opina que se debe dar mejor trato a las chicas “incluso a la hora de entrenarles” respecto al equipo de chicos.

 

De todos modos, en cuanto a la implicación de las jugadoras, hay diferentes matices. Por un lado, las futbolistas de la actual generación son un ejemplo de compañerismo y compromiso. La totalidad del equipo, excepto Andrea Eugenia, es formado en la factoría azulgrana y, a pesar de que varios equipos hicieron ofertas a varias jugadoras, decidieron quedarse. Juste se muestra agradecido: “Creían que el Leioako se merecía intentar pelear por subir de categoría, que en un principio era Liga Vasca. Luego hemos llegado a una meta superior”.

 

Pero, por otro lado, alcanzar la Segunda División ha llegado en un momento clave para jugadoras importantes. “Varias chavalas ya tienen otras obligaciones en la vida. Encuentran trabajo, están en la parte final de los estudios o lo que sea. Y les cuesta más poder comprometerse como hasta hace poco”, analiza el presidente.

 

La misma cuestión repercute en otros equipos del Leioako. En la actualidad son ocho equipos, desde benjamín hasta el nacional -primer equipo-, con la creación de un Leioako B esta misma temporada. La idea era completar un conjunto con jugadoras a las que Segunda División se le podía hacer demasiado dura, pero a su vez quería seguir jugando al fútbol en Leioa. “En este regional, en principio, somos bastante plantilla, no sé si son 19 o 20 fichas, pero nos está costando cada partido poder juntar 11, 12 o 13 jugadoras”, afirma Juste, por motivos laborales, de estudios o lesiones. Ello lleva a reclutar gente del juvenil, el juvenil completa su convocatoria con el cadete y así en cadena.

 

Tal y como transcurre la temporada, Juste se plantea una variación en la cuantía de equipos en el Leioako de cara a la próxima campaña: “En un momento dado habrá que mirar si realmente merece la pena seguir con esta estructura o igual hay que sacrificar algún equipo porque no se puede con todo”. Eso sí, esperarán a mayo para analizar la situación y tomar decisiones.

 

El éxito del primer equipo

 

Tras el ascenso a Liga Vasca, la temporada 2014-2015 estuvo a una victoria contra el Eibar de ser inmejorable. Era la última jornada y el Leioako necesitaba ganar para ascender, pero cayó derrotado por 0-2 en Sarriena. Pero pronto surgió otra opción. El Abanto femenino, que competía en Segunda, estaba a punto de desaparecer. “Llegó la noticia como ‘radio Macuto’, que parece que sí, que parece que tal… y nos llega por medio de un periodista afín al fútbol lo que se oía del tema”, recuerda. El mismo periodista preguntó si habían jugado sus bazas y la directiva comenzó a trabajar.

 

Decidieron que convenía solicitar la plaza y preguntaron a las jugadoras cómo veían competir en Segunda. “Al principio decían que iba a ser muy duro porque llevaban dos años ganando todo y les iba a costar, pero no tienes que mirar solamente por ti. Tienes que mirar por el club en general y las generaciones que vienen detrás”, desvela el mandatario. Pero al final se convencieron de que el proyecto era positivo y en julio la Federación Española ratificó el ascenso del Leioako al segundo peldaño del fútbol femenino.

 

Con el cambio de categoría, cambia el fútbol y aumentan los gastos. En cuanto a lo deportivo, Juste cree que en Segunda prima la calidad, pero también el saber estar, cubrir el balón, saber artimañas y tener más picardía. “Cuando tienen que meterte un poco el brazo para desequilibrarte te lo meten. Eso antes no lo veías y ahora sí”, completa el presidente.

 

Por otro lado, los gastos aumentan porque los viajes en autobús son más largos. La campaña pasada, en Liga Vasca, se desplazaban, jugaban el partido y volvían a Leioa. “Este año, depende de cómo nos cuadre, vamos, jugamos y luego solemos comer unas pizzas, unos bocadillos o lo que sea y cuando terminamos es cuando volvemos”, dice. El equipo pasó una noche de hotel cuando jugó en Huesca, algo que supuso un gasto extra respecto a la campaña anterior.  No obstante, destaca que el club “no ha puesto pegas” al coste que genera tener al equipo en Segunda.

 

En estos años de ascenso, Jesús Juste señala como claves el buen ambiente, poseer buenas jugadoras y la labor de Patrik Guerra: “Estuvo siete años de coordinador y ha sido, seguramente, cuando más ha progresado el club”.

 

Para dar importancia al fútbol femenino, el dirigente expresa que se intenta tratar igual al Leioako igual que al Leioa masculino. Esto se ve a la hora de establecer horarios de entrenamientos, de partidos o de usar el material de las instalaciones. Precisamente Sarriena es una ventaja a la hora de trabajar con tantos equipos dentro de la estructura azulgrana -contando equipo masculino, femenino y cantera-. Con cuatro terrenos de juego, todos los equipos van rotando para entrenar de campo en campo.

 

Aunque el primer equipo masculino tiene prioridad en el uso del terreno de hierba natural y del gimnasio -situado al lado del vestuario del primer equipo-, no hay problemas para solicitar el ‘campo 4’ y el local de musculación. “Explotamos las instalaciones al máximo independientemente de que sean chicos o sean chicas”, concluye el presidente del Leioako Emakumeak.