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- ¿Qué hace falta para que alguien sea secretario técnico?

 

Principalmente, conocimiento del mercado, capacidad de negociación y mano izquierda. Creo que esos son los pilares básicos para que un secretario técnico pueda realizar un buen trabajo.

 

 

- ¿Cuál es el cometido de tal figura?

 

Las funciones que desarrolla un secretario técnico dependen de las particularidades propias de cada club y la estructura organizativa de la misma.

 

Hay meses de muchísimo trabajo: junio, julio y agosto por un lado y diciembre y enero por el mercado invernal. Estos meses son de continuas llamadas, negociaciones de madrugada para la renovación de jugadores, renovación de cuerpo técnico, contratación de nuevos jugadores, rescisión de contratos, redactar los contratos, tramitación de licencias, etc.

 

El resto del año las funciones que desarrollaba eran las de captación, seguimiento del equipo, pago de gastos y nóminas y estar pendiente de que no haya problemas extradeportivos.

 

 

- ¿Cambia con el salto de categorías?

 

Si, una barbaridad. El cambio de División de Honor a Tercera División es muy grande, pero el salto de Tercera a Segunda B es descomunal. Es pasar del fútbol amateur al fútbol profesional pero sin los medios económicos de un club profesional. 

 

En División de Honor únicamente juegas con jugadores del entorno. En Tercera ya disponíamos de varios jugadores de fuera de Euskal Herria y ya en Segunda B la intensificación de mercado que existe es ilimitada. Pasas de hablar de 10-12 representantes en Tercera a hablar con 40-50 representantes de nivel nacional e internacional. La Segunda B es otro mundo.

 

A todo esto hay que incorporar los nuevos gastos que soporta la Segunda B, como los desplazamientos por toda la península, las fichas profesionales, la obligatoriedad de disponer de un médico en plantilla, una ambulancia en el campo, el triple de gastos de arbitrajes, gestoría, etc.

 

 

- ¿Qué particularidades tiene cada categoría a la hora de conformar una plantilla?

 

Todo gira en torno al presupuesto. Si dispones de buen presupuesto, es relativamente fácil fichar jugadores y en poco tiempo. Si cuentas con poco presupuesto tienes que aguantar, hacer mil llamadas más que cuando tienes mucho capital, pero, sobre todo, tener paciencia y esperar a todos esos jugadores que en junio tienen pretensiones altas y que a finales de julio y agosto se encuentran sin equipo. Es como salir a ligar siendo ‘el guapo’ o siendo ‘el feo’ dependiendo de cada caso.

 

Es por ello que lo primero que se suelen cerrar son las plazas de sub-23, teniendo en cuenta que sólo puedes disponer de 16 jugadores sénior en plantilla.

 

Para las fichas profesionales, para un club con presupuesto bajo como ha sido el caso del Leioa, es de carácter obligatorio buscar jugadores que ya han ejercido anteriormente con licencia 'Profesional' ya que en caso contrario la RFEF te obliga a abonar 3.000 € por primera licencia 'Profesional'.

 

Si hay un buen conocimiento de mercado y además dispones de 'cash', el 80% del resultado de la temporada lo tienes asegurado. En nuestras últimas temporadas en Tercera, mejorábamos la clasificación de la temporada anterior, hasta conseguir entrar en play-off y ya en la última ser campeones de liga, clasificarnos para jugar la Copa del Rey y ascender a Segunda B. Todo ello con un buen trabajo detrás pero acompañado también de un progresivo aumento del presupuesto temporada tras temporada.  Los milagros pocas veces se dan y en el fútbol cada vez menos.

 

La pasada temporada fue completamente diferente. Pasamos de ser el ‘gallito’ de la categoría en Tercera a contar con uno de los presupuestos más bajos del grupo II de Segunda B. Fue complicado confeccionar una plantilla competitiva pero finalmente se consiguió y con poco dinero.

 

Si al comienzo de la temporada miras el presupuesto éramos claros candidatos al descenso. En cambio, si miras jugador por jugador -como Iturrioz, Alaña, Aitor Córdoba, Paredes, Reguero, Yurrebaso, Vitoria, Goikoetxea o Sergio García- era una plantilla muy competitiva para la categoría. El único inconveniente fue la continua plaga de lesiones que asedió al equipo a lo largo de la temporada. 

 

 

- ¿Pero en División de Honor y Tercera también existen limitaciones de tipo ‘no más de 16 jugadores sénior’ o es más libre?

 

En Tercera División también existe. La diferencia importante que hay entre la estas categorías es el plazo para fichar.

 

En Segunda B, el plazo se abre en julio y se cierra el 31 de agosto. Luego se vuelve a abrir del 1 al 31 de enero. En Tercera empieza en julio y se cierra el 31 de enero.

 

En División de Honor en cambio, si no ha cambiado la normativa, puedes tramitar licencias a lo largo de toda la temporada.

 

 

- ¿Cuál era el proceso a la hora de contratar un jugador?

 

En primer lugar se elaboraba un borrador con el entrenador de cada uno de los puestos y se establecían prioridades para cada puesto. Una vez teníamos claro lo que queríamos, en función de la prioridad y su compatibilidad con el presupuesto, comenzaban las llamadas a los jugadores para tantear y conocer su situación.

 

En función del interés deportivo mostrado, el entrenador se entrevistaba personalmente con el jugador para aspectos puramente deportivos, mientras yo establecía comunicación con el agente del jugador. Si existía entendimiento deportivo entre entrenador y jugador, comenzaba mi pelea con el representante del jugador para llegar a un acuerdo relativo a las condiciones del deportista. Si hay acuerdo, se firma el contrato y se tramita la correspondiente licencia. Si no hay acuerdo, a por el siguiente.

 

 

- ¿Se fichan a jugadores mediante el pago de cantidades de dinero? Si es así, ¿cuánto vale un jugador de media en cada categoría?

 

En los últimos años, esto ha variado mucho. Hasta hace pocos años, se pagaban autenticas barbaridades en Tercera y Segunda BUn jugador de primer nivel en Tercera División no bajaba de los 1.000 euros mensuales, mientras que un jugador que marcara diferencias, superaba con creces esta cantidad. Si nos trasladamos a la Segunda B hablamos del mismo caso pero multiplicado por cinco.

 

Hoy en día, el fútbol de Tercera y Segunda B está agonizando. Un jugador de Segunda B que gane 1.000 € mensuales se puede considerar como un afortunado.

 

También es cierto que lo que ahora está pasando en el fútbol no es más que el peaje que hay que reembolsar por tantos años de malversación, despilfarro y especulación con la que ha contado el fútbol y todo ello con  total impunidad.

 

Sólo la política se encuentra más contaminada, viciada y corrompida que el fútbol.

 

 

- ¿Pero se llegan a pagar cantidades por traspasos de jugadores o la dinámica habitual es fichar jugadores libres?

 

En estas categorías generalmente se fichan siempre jugadores libres, no se pagan cantidades por traspasos. Algún caso hay como el de Jon Ander Garrido que fue traspasado del Barakaldo al Granada que lo cedió al Cádiz. Pero esto se da en contadas ocasiones.

 

 

- ¿En un club como el Leioa se puede vivir de tal trabajo?

 

Depende de lo que entendamos por vivir, pero vivir con unas condiciones dignas a día de hoy no.

 

El exsecretario técnico explica cómo varía el trabajo y cómo se mueve el mercado de fichajes dependiendo de la categoría

 

Abandonó su figura de secretario técnico por motivos laborales en enero de 2015, pero el proyecto de la pasada temporada corrió a su cargo y al de David Movilla. Empezó entrenando a los cadetes del Deusto, luego al juvenil del Salesianos y después se fue al Getxo para dirigir al benjamín. En el club de la margen derecha comenzó a realizar otras tareas además de la de entrenar. Así, fue coordinador de la escuela de fútbol y era el responsable de la captación del fútbol base.

 

Tras cinco temporadas se marchó al Galea para desarrollar funciones de coordinación a la par que entrenar al juvenil y al infantil. Volvió al Deusto como director deportivo y tras dos temporadas le destituyeron. Una semana más tarde tenía una oferta del Leioa para ser su secretario técnico a la vez que compaginaba la coordinación del fútbol base federado. En sus dos últimas temporadas pasó a realizar sólo la labor de secretario técnico.

Gerson Gardeazabal: "Hace pocos años se pagaban barbaridades en Tercera y Segunda B"

Así es una plantilla en Segunda B

 

Confeccionar una plantilla en a categoría de bronce del fútbol estatal no es una tarea sencilla, pues a veces se convierte en una especie de puzle. Así, se han de cumplir los siguientes requisitos:

 

- La plantilla debe estar compuesta por un máximo de 22 futbolistas.

 

- Cada plantilla puede tener 16 jugadores mayores de 23 años como máximo.

 

- En una plantilla debe haber ocho jugadores en calidad 'profesional'. Estos cotizan y están dados de alta en la Seguridad Social. Hacer una nueva ficha profesional cuesta 3.000 euros.

 

- Si un equipo quiere completar las 22 fichas disponibles y tiene ya el cupo de jugadores mayores de 23 años completo -16 futbolistas-, debe completar su plantilla con seis jugadores sub-23.

 

- Una plantilla puede tener tantos jugadores sub-23 como se desee, siempre sin pasar el límite de las 22 fichas.

"Pasas de hablar con 10-12 representantes en Tercera a hablar con 40-50 de nivel nacional e internacional -en Segunda B-"

"El fútbol de Tercera y Segunda B está agonizando"

"Pasamos de ser el 'gallito' en Tercera a contar con uno de los presupuestos más bajos del grupo II"

Gerson Gardeazabal | Foto: Jonathan Cortés
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