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Carlos García: "Cuando uno piensa en los billetes se deja muchas cosas por el camino"

El actual secretario técnico explica cómo se procede para fichar futbolistas, cómo manejan el mercado y cómo surgió el 'draft' para captar jugadores

 

Es barcelonés y es periodista. Pero desde hace años vive del fútbol. Es representante, asesor y, entre otros, desde febrero de 2015 es el secretario técnico de la Sociedad Deportiva Leioa. Con la baja en el cargo de Gerson Gardeazabal, Movilla le planteó tomar el puesto vacante. Aceptó el trabajo, que le permite seguir viviendo en Barcelona aunque visita Bizkaia cada mes, y de él surgió la idea de organizar un ‘draft’ en verano para seleccionar jugadores de cara a la temporada en curso. La prisa por ir a trabajar a su habitación de la residencia Atalaia Claret, donde se aloja cada vez que se acerca a Leioa, no evita que sus respuestas sean largas. Extensas y sinceras.

- ¿Cómo contactó el Leioa contigo?

 

En estos pasos adelante, atrás, a la izquierda y a la derecha que uno iba dando en sus inicios, pues envié un correo a la Sociedad Deportiva Leioa, que acostumbraba a enviar a nivel general, sin especificar club ni responsable y me contestó David Movilla. Por entonces el entrenador. Y empezamos a granjear una fantástica relación profesional y personal, intercambiando información, pareceres y esta relación se mantuvo en el tiempo.

 

Medio en broma medio en serio, por una situación particular que se existía en el Leioa para ahondar en la cuestión de la secretaría técnica o dirección deportiva, se planteó entre él y yo que pudiese entrar a colaborar y a trabajar con el Leioa y así fue a partir de febrero de 2015. Y desde entonces aquí estoy. Encantado y feliz.

 

 

- ¿Habías desempeñado esta función en otro club?

 

Directamente nunca. A modo de ayudar, más que a clubes a entrenadores, a asesorar, a prestar la ayuda que fuera posible en información de jugadores,  en búsqueda de jugadores, eso sí. Uno de esos entrenadores fue David Movilla, cuando el club estaba en Tercera División.

 

 

- ¿Qué labor llevas a cabo en el club?

 

Muchas cosas. Que no se ciñen exclusivamente a lo que se pueda pensar desde fuera de: “No, es que el secretario técnico de un club vive muy bien, ve todo el día fútbol y yo también quiero trabajar en ello”. Sí, veo fútbol, evidentemente.

 

Pero más que ver fútbol tienes que estar atento a las circunstancias que rodean el fútbol. No te puedes ceñir a ver un partido, ir a casa, después comer y ver otro partido. No. Tienes que analizar ese partido, captarlo en clave Leioa. Qué jugadores te pueden servir a corto plazo para el equipo, a medio-largo plazo o para futuras situaciones.

 

Y luego estar pendiente de todo lo que puede pasar en el día a día del club a nivel, evidentemente, de primer equipo. Y aportar todo tipo de información, ayuda y complemento al trabajo del cuerpo técnico, sin entrometerse en quehacer de cada uno. Eso es sagrado para mí. Yo no entiendo los cargos o las personas que ejercen cargos más allá del suyo.

 

 

- ¿Conocías el fútbol vasco tanto como el catalán?

 

No. El fútbol catalán obviamente es el que he mamado de toda la vida y entiendo que tengo un buen conocimiento sobre él y el vasco conocía en diagonal. Me gustaría puntualizar que ahora mismo el Leioa tiene una idiosincrasia muy particular, porque el entrenador es guipuzcoano, el secretario técnico es catalán y el resto del grueso del club, llámese junta directiva o gente que trabaja para el club, sí que es vizcaína. Sobre todo Javi Landeta, el presidente, al quien quiero agradecer enormemente y siempre le estaré agradecido por todo lo que está haciendo por el club. Pues entre él, el cuerpo técnico y todos me están explicando la realidad del fútbol vasco para conocerlo mejor e interpretarlo mejor.

 

Una cosa es conocerlo y otra adentrarse en él. Creo que dejé bastante claro que no quiero cambiar nada del Leioa que le ha permitido estar donde está sin yo intervenir ni aparecer. Entonces seguro que la gente vasca va a conocer siempre, siempre, mejor que yo el fútbol vasco y por eso entiendo que yo lo que puedo añadir es una mejoría de entender el fútbol más allá del fútbol vasco.

 

No pretendo conocer a fondo el fútbol vasco porque para ello ya está la gente de la tierra que seguro que siempre sabrá más que yo.

 

 

- ¿Entonces para desempeñar esta labor en Bizkaia no hace falta ser conocedor del fútbol vasco? Para ti habrá supuesto un reto.

 

Evidentemente. Soy conocedor del fútbol vasco, pero tengo que añadir a ese conocimiento unas miras más allá del fútbol vasco. Porque estamos en un mundo global y no podemos estar pendientes sólo de lo que ocurre en Bizkaia, Gipuzkoa y Álava. Y hay que abrir la mente y hay que abrir las miras.

 

Para eso ya tenemos personas que nos peinan el mercado en Bizkaia. Gente que colabora con nosotros en el club, gente que nos informa y con todos los miembros del cuerpo técnico vamos más que sobrados de información y conocimiento. El objetivo es abrir mercados, abrir situaciones nuevas y para eso hay que ir fuera de Euskadi.

 

Es un complemento porque es que se tiene que dar por hecho que desde la propia dinámica de un club vizcaíno, ya por su propia esencia tiene que ser conocedor del fútbol vasco. No sólo por una persona, sino por una serie de personas. Donde tengo que aportar mi granito de arena sustancial es en lo que suceda más allá de Euskadi.

 

 

- Entonces el Leioa tiene colaboradores especialistas en fútbol vasco.

 

Gente que trabaja para el club, gente que nos ayuda. Llámales colaboradores, gente altruista, gente encargada de ello… El propio cuerpo técnico ya se organiza para controlar las situaciones de mercado en Euskadi y en Bizkaia en particular. Y entre todos sumamos y a partir de la información que recogemos, en este caso, yo la voy desgranando y vamos poniendo la información en su contexto para tomar las decisiones oportunas.

 

 

- Ha fichado gente guipuzcoana como Etxaniz, Oihan, Castro, ¿eso cómo surge? ¿Vienen sugeridos por parte del cuerpo técnico?

 

Cada fichaje es una historia diferente y particular. Lo que queda claro es que el Leioa es un equipo vizcaíno y vasco y siempre estará formado por un núcleo muy elevado de jugadores vascos. Es evidente. Eso no debiera cambiar nunca.

 

¿Cómo se firman jugadores? Pues, evidentemente, todos tenemos conocimiento mínimo de los futbolistas vascos estén jugando en Euskadi o no. Nosotros por condicionantes de infraestructura de club tenemos que priorizar el futbolista vasco y vamos en la búsqueda de este futbolista vasco.

 

Y cada futbolista contratado tiene su historia particular, pero dentro de una pirámide siempre, siempre, arriba están los jugadores vascos porque ese debe ser el planteamiento.

 

Entonces dentro de esa prioridad, porque es la esencia del club, nosotros tenemos controlado el mercado vasco debidamente. Y a partir de ahí actuamos y todos los jugadores que consideremos, por nuestro proceder interno, porque nos lo presentan sus representantes o por gente que nos aporta información, a partir de ahí evaluamos y evidentemente el primer ‘input’ que tendremos es de jugadores vascos. Es de sentido común.

 

Pero nosotros tenemos que saber diferenciar que hay fútbol más allá de Euskadi y eso lo tenemos que tener controlado más allá del mayor volumen de jugadores vascos que tengamos controlados o que nos ofrezcan o nos los presenten.

 

En este caso tuvimos que agudizar más el ingenio en verano porque nos encontramos con nueve equipos vascos en la categoría, siete de ellos vizcaínos e íbamos todos a pescar al mismo vivero. Entonces había que mirar más allá de Euskadi porque no teníamos donde pescar ya.

 

Uno siempre desea firmar los mejores jugadores para el Leioa, pero económicamente tenemos limitaciones y eso dificultaba la actuación. Tuvimos que profundizar en saber qué acontece más allá de Euskadi. Y para muestra un botón: cántabros, canarios, riojanos, un catalán medio vasco (en referencia a Gabri Gómez). Y aquí estamos.

 

 

- También han estado Jordi y Curbelo, jugadores canarios. ¿Cómo se cuece un fichaje así?

 

Siempre parte todo de una necesidad. Necesidad de fichar. Y a partir de ahí la operativa es muy simple. Volcamos toda la información de jugadores que hemos podido hacer durante el año, yo desde el mes de febrero cuando me incorporé al club, y a partir de ahí facilito toda la información, principalmente al entrenador del primer equipo. Ponemos en común y dialogamos sobre cuál podría ser la mejor opción. Establecemos unas prioridades. Él también puede aportar información sobre futbolistas que conoce. Y avanzamos en la toma de decisión de la que podemos que puede ser la mejor incorporación para el Leioa.

 

 

- Se trilla el mercado de todas las comunidades.

 

Eso es así. Lo has dicho muy bien. Se trilla. Se machaca el mercado.

 

 

- Pero, por ejemplo, ¿habías visto a un jugador como Curbelo?

 

No. No le había visto. Entonces me informo. Precisamente un excompañero suyo en Canarias me informa de él y como no le habíamos visto pues nosotros nos curamos en salud: viene a hacer una prueba.

 

Aquellos jugadores de los que tenemos dudas o no tenemos la suficiente información vienen a hacer una prueba. El futbolista hace una prueba de cinco o siete días, nos deja una buena sensación y después consideramos que según lo que puede aportarnos el mercado y según aquel momento, pues entendemos que es el mejor jugador para incorporarse.

 

 

- ¿También se mira el mercado de Primera y Segunda?

 

Sí (ríe). Mirarlo se mira. Más como aficionado o como deseo de que alguno podría venir algún día con nosotros.

 

Siempre hay que estar atento a las oportunidades y nosotros tenemos jugadores que han competido en Segunda División, llámese Gabri, Goikoetxea o Bonilla. Y si se pone a tiro una situación de un jugador de Primera o Segunda o que tenga la calidad suficiente para mejorar la cualidad de la plantilla del Leioa, el Leioa tímido no va a ser.

 

Entonces se lanza y que nunca se diga que no se intentó. Eso es estar atento al mercado, tener la información oportuna para saber en qué momento proceder y en qué momento no se puede proceder.

 

Evidentemente, si Bonilla estuviese jugando en el Numancia, ya por condición salarial y por condición de categoría, pues es imposible que pueda venir al Leioa. A no ser que haya un giro radical. Pero la circunstancia en la que se encontraba Bonilla, que venía de descender de un equipo de segunda división en Grecia a la tercera división griega propició que estuviese en una situación en la que no tenía equipo a falta de pocos días para el cierre del mercado. Esa información la teníamos, se procedió y vino con nosotros.

 

 

- ¿Son las últimas fechas de mercado cuando el Leioa debe estar muy atento?

 

Más que nunca. Así es. Es una afirmación rotunda. Es así por el potencial económico que tenemos.

 

Sabemos que a uno siempre le gusta conseguir lo mejor, pero no siempre es posible por las limitaciones, principalmente, económicas. Eso nos tiene que hacer más ingeniosos y entender que no tenemos una fortaleza financiera para intervenir de inicio, codo a codo, con otros clubes de la categoría.

 

Entonces tenemos que saber esperar y contemporizar. El ‘momento Leioa’ es cuando se ponen situaciones de mercado que, en base a nuestra realidad, permitan firmar jugadores de un nivel, a priori, interesante para que mejoren el nivel de la plantilla.

 

 

- ¿El tema económico es el punto débil del Leioa a la hora de fichar?

 

Sí. Básicamente sí. A mí hablar de puntos débiles y puntos fuertes… creo que hay que difuminarlos entre todos. Porque lo que pudiera ser el punto débil a nivel económico, queda difuminado por la dimensión del club a modo de instalaciones, de personal del club, todos ellos encabezados por Javier Landeta. Ya con lo que transmite él de humildad, de cercanía, de humanidad y de ganas de hacer cosas, pues eso creo que neutraliza cualquier déficit económico.

 

Pero es que, pongo un ejemplo. Si tú dices que tienes cuatro y al final pagas dos, estás engañando. El Leioa dice que tiene uno y paga uno. Entonces eso para mí es sagrado.

 

Sabemos que tenemos un presupuesto ajustado, pero como dice Landeta, que es una frase que siempre digo, la ambición no está reñida con la humildad. Entonces hablar de puntos débiles o puntos fuertes… Todos están en un mismo saco y hay que intentar agitar el saco para que toda persona que se incorpore al Leioa como futbolista entienda que hay muchas cosas más allá del dinero. Y que a lo mejor a la corta dejas de ganar dinero, pero a la larga puedes ganar dinero, que es lo que muchas veces más preocupa al futbolista. Cuando uno piensa en los billetes se deja muchas cosas por el camino.

 

 

- ¿Entonces podemos hablar de puntos fuertes?

 

Yo me quedo con la humanidad del club. Es espectacular. Ahí a lo mejor matizo mis palabras de antes de no querer marcar puntos débiles y puntos fuertes. En puntos fuertes sí que puedo decir uno, que es la humanidad del club.

 

La calidad humana de todos los que componen el club no tiene calificativos. Es espectacular. Y eso permite hacer muchas cosas.

 

 

- ¿Varía la situación de los jugadores dependiendo las comunidades autónomas o las provincias?

 

Así es. Cada comunidad autónoma tiene su historia. Hay regiones o territorios que el nivel futbolístico es bajo y otros que les da mil vueltas en comparación.

 

Para mí el fútbol catalán es muy fuerte en toda su dimensión. A nivel de futbolistas, organizativo, a nivel de infraestructura de clubes, a nivel de tradición o seguimiento. Para mí el fútbol catalán está, quizás, un peldaño por encima del resto. Y evidentemente es donde más puede costar firmar jugadores, porque el nivel competitivo es alto.

 

Para intentar adentrarse en mercados hay que intentar buscar los mejores jugadores de ligas o grupos de Tercera cualitativamente inferiores. Ahí el Leioa, en clave de club vasco, sí que puede tener la suficiente capacidad de convencimiento a nivel futbolístico y económico para firmar jugadores cántabros, riojanos, navarros, baleares o canarios. Te he citado los grupos que, a priori, son más factibles para poder fichar.

 

Después hay que entender la realidad de cada jugador. La Tercera División es una categoría amateur más que semiprofesional. Entonces muchos jugadores prefieren quedarse en su casa, en su zona, porque tienen un trabajo y no van a volverse locos para poner toda la carne en el asador y lanzarse a la aventura y cruzarse España para jugar a Euskadi u otro equipo. Eso también hay que entenderlo.

 

Pero sí que es verdad que hay una serie de grupos en Tercera que, a mi modo de ver, que son cualitativamente inferiores a grupos como podrían ser el gallego, el vasco, el madrileño o en andaluz.

 

Esas tres o cuatro comunidades, incluyendo la valenciana y, por encima de todo, yo creo que la catalana, son las más fuertes. Y el resto de grupos, que serían unos diez, ahí sí que se puede acudir en clave Leioa para mejorar la plantilla.

 

 

- ¿Cuántos jugadores controlas?

 

(Piensa) Todos y ninguno. Tengo que estar pendiente de todos. Y una cosa que le he dicho un par de veces a Igor Gordobil, con quien el entendimiento es excepcional, es que cuando veo jugadores que no me interesan o veo que no pueden encajar, no quiero ocupar mi disco duro.

 

Son muchos los nombres, las posiciones, las características, los perfiles y cuando veo un jugador que en un minuto o dos ya he visto que lo que ha hecho no sirve para el Leioa, ni me preocupo en saber su nombre. Porque el disco duro si no revienta. Hay que mantener en él los que realmente te interesan.

 

Entonces los nombres salen porque están retenidos en el disco duro y a partir de ahí cuando están bien almacenados es por algo. Lo tenemos clarísimo. No nos gusta sumar por sumar. Tenemos que sumar para mejorar. Controlamos muchos y los que tienen que ser. No controlamos a ninguno que no nos interesa porque no es oportuno.

 

 

 

Aspectos a analizar en un posible fichaje

 

Carlos García cuenta qué tres aspectos se analizan en un jugador

antes de decidir negociar por él.

El primer 'draft' del Leioa

 

Para la pretemporada 2015-2016, la Sociedad Deportiva Leioa organizó un 'draft' para captar jugadores de cara a su segunda temporada en Segunda B.

 

Pocos clubes en el mundo han utilizado este sistema de captación. El secretario técnico cuenta por qué se organizó.

Además, García habla del contexto excepcional que se origina en un 'draft' y cómo repercute para ver las cualidades de un futbolista.

Sus pasos en el fútbol

 

“Es un mundo singular. Y dar pasos en el mundo del fútbol no es dar pasos como uno puede pensar en la vida de crecimiento laboral en otro ámbito”, comienza diciendo Carlos García sobre su trayectoria en este deporte.

 

La primera cuestión para él es “amar el fútbol”, algo que él hace desde pequeño. Por eso comenzó a practicarlo hasta que priorizó sus estudios. Estudió Periodismo, pero en 2005 empezó a ver el fútbol como forma de vida.  “Iba a ver fútbol base. Sobre todo en Cataluña, la zona de Barcelona, fútbol amateur, Primera Catalana... La cúspide era la Tercera División”, recuerda García, que asegura que por aquel entonces la Segunda B le parecía “impenetrable”.

 

En aquella época conoció a entrenadores y a futbolistas: “Ahí me empezó a picar el gusanillo de adentrarme en esto del mundo profesional, que yo lo denomino como curioso. Porque es un pequeño gran circo”.

 

Se animó a hacer colaboraciones con agentes y personas vinculadas al balompié y actualmente hace labores de asesoramiento, representación y consulta.

Lo duro y lo grato

 

Preguntado por qué es lo más duro de su trabajo, tiene que claro que la respuesta es estar alejado de su familia. “Mi mujer y mi hijo son lo más importante que tengo. Es lo primordial para mí. Y estar lejos de ello no es sencillo”, dice. Cuenta que “son muchos los fines de semana fuera de casa, no hay horarios y nunca sabes en qué momento tienes que intervenir”. García es sincero y dice que ello “pasa factura a la relación familiar”, aunque matiza sonriente que él es feliz.

 

Lo que no tiene nada claro es qué es lo más gratificante de su labor. Principalmente porque pocas veces se ha hecho tal pregunta: “A lo mejor por mi manera de ser, que me considero una persona que no le gusta saborear las cosas o que le echa un simple bocado, siempre estoy pensando en lo que se tiene que hacer una vez se ha completado una tarea”.

 

Tras quedarse pensativo unos instantes, dice que quizá su “nivel de exigencia a veces es muy elevado y que debería bajar el listón”, pero concluye que lo que le puede aportar su labor es que su “nivel de autoexigencia no baje”.

"En verano nos encontramos con nueve equipos vascos e íbamos todos a pescar al mismo vivero"

"No tenemos una fortaleza financiera para intervenir de inicio con otros clubes de la categoría"

"La calidad humana de todos los que componen el club no tiene calificativos"

"Yo lo que puedo añadir es una mejoría de entender el fútbol más allá del fútbol vasco"

Carlos García | Foto: Jonathan Cortés
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