top of page

“Como una familia que se encuentra en la calle con el cielo arriba y la tierra abajo. Y en esa tierra no hay ni un banco para sentarse. Así empezamos”. Así comienza a rememorar la historia José Ignacio Azkueta, algo más que un leioztarra nacido en 1942 para la actual Sociedad Deportiva Leioa.

 

Azkueta era un fiel seguidor del Lejona Club de Fútbol, club que cogía el testigo de la Sociedad Deportiva Lejona –que paró su actividad por la Guerra Civil- y que constaba de un equipo juvenil. Entonces, en la temporada 74-75 el presidente del club propuso en la Asamblea acabar con el club por problemas económicos y materiales. “Me parecía una barbaridad que el club desapareciera. Como nadie quería comprometerse, me comprometí yo después de que el presidente presentara su dimisión”, afirma el actual presidente de honor del Leioa.

 

Recuerda que sus primeras gestiones en la dirigencia fueron las de solventar deudas que arrastraba el club del parón del los años 60 e intentar cambiar de nuevo el nombre del equipo. Tras la guerra a la Sociedad Deportiva Lejona no le dejaron competir con el mismo nombre y cuando Azkueta llegó a la presidencia los socios le pidieron volver a ser una sociedad. Algo que consiguió en 1981 y con el nombre del pueblo ya en euskera.

 

Una vez asentado el club con los correspondientes papeleos, libros y estatutos, fue el momento de mirar al terreno meramente deportivo. Así pues, en 1979 volvió a fundar un equipo sénior que, como es norma, comenzó en la división más baja posible. “Hoy con mucho orgullo puedo decir que ese equipo es de Segunda B”, proclama con pasión.

 

De su mano la estructura fue aumentando paulatinamente. Cuando el sénior ascendió de categoría se formó un sénior B y cuando el Lejona juvenil logró el ascenso se armó un juvenil B. El Lejona infantil también vio la luz en una época en la que no existía todavía la categoría cadete.

 

Con todo ello, Azkueta sólo ve una similitud entre el club de ahora y el que conoció como seguidor: “El balón sigue siendo redondo y hay que meterle aire”. Por lo demás destaca que cuando llegó a la presidencia la forma de trabajar era amateur y en la actualidad es más profesional. “Antes no gastábamos nada y todo era para el club. Ahora todo el que hace algo quiere cobrar”, dice antes de comentar que son pocas las personas que no han ganado dinero con el Leioa.

 

A vueltas hasta Sarriena

 

Una de los cambios más importantes que disfrutó el Leioa fue pasar de ser un club nómada a tener una casa propia en 1988. Azkueta enumera los campos en los que ha jugado el equipo: “San Ignacio, Las Cármenes de La Arboleda, San Juan de Aranguren, instalaciones de Lezama, Askartza Claret, Basozabal de Sondika, Errotazarra de Neguri, Ibaiondo de Derio, campus de Leioa, La Chopera y, por fin, en las instalaciones de Sarriena”.

 

Para llegar a tener unas instalaciones propias agradece a las autoridades de la época el empeño y el trabajo realizado. “Con aquella inversión se han beneficiado miles de jóvenes haciendo deporte” afirma y añade que posee la “satisfacción” de comprobar que aquellos primeros jóvenes usuarios del campo hoy llevan a sus hijos.

 

Cuatro años después de que rodara el primer balón en Sarriena Azkueta puso fin a 17 años como presidente, pero no a la vinculación con la entidad, que aún perdura. Fue secretario durante una década, fue delegado del primer equipo, hizo de utillero, fue nombrado presidente de honor y hoy en día es el presidente de la escuela Lagun Artea. Además, destaca una labor que ha desempeñado: ir dotando de gente joven al club. En sus palabras queda una metáfora: “Tratar de plantar árboles verdes y con mucha vida para que la Sociedad Deportiva Leioa no se venga conmigo a la tumba. Yo me muero, pero que esto siga”.

 

Lo cierto es que de no ser por Jose Ignacio Azkueta, el Lejona Club de Fútbol hubiera muerto en 1975. Debido a su valentía para coger un proyecto en apuros es una de las personas más importantes en los 90 años que ha cumplido el equipo de Leioa. 

 

Surgen así dos preguntas: qué es para él el Leioa y qué es él para el Leioa. “Para mí el Leioa es el club de mi pueblo, donde he tenido la suerte de nacer. Como amante del fútbol me ha dado muchas alegrías y de las tristezas no me acuerdo”, contesta a la primera cuestión. A la que añade que le ha dado “la oportunidad de participar en su historia” junto a grandes personas y compañeros, “que muchos no se encuentran entre nosotros”.

 

A la segunda pregunta contesta con humildad y un toque autocrítico, dos ingredientes indispensables en la receta del éxito: “Yo para el Leioa soy el socio que ha intentado trabajar con algún acierto y con muchos errores, pero siempre con lealtad y honradez”.

Tomó la presidencia en 1975 cuando su presidente propuso liquidar el club, que constaba de un equipo juvenil. Asentó la institución y el sénior creado hace 40 años es ahora de Segunda B

 

José Ignacio Azkueta o la historia viva del Leioa

PRESIDENTE DE HONOR Y PRESIDENTE DE LA ESCUELA LAGUN ARTEA

Una vez asentado el club, en 1979 volvió a fundar un equipo sénior, que hoy es de Segunda B

Los años pasan, pero el afán por ver todos los partidos de la Sociedad Deportiva Leioa sigue intacto. No se pierde ninguna jornada del primer equipo en Sarriena y tampoco los duelos que se juegan lejos de Bizkaia.

 

Azkueta es uno más en las expediciones cuando toca jugar en otra parte de la península. Llega al parking de las instalaciones en su Citroën Picasso, coge su maleta y sube al autobús con todos los demás jugadores. Da igual que el equipo salga el sábado y llegue a Leioa el lunes de madrugada.

 

Imagen de su fidelidad es lo acontecido en 2014, cuando fue operado de un pie. Tuvieron que amputarle varios dedos. La operación se produjo días antes de que el equipo se jugara el ascenso a Segunda B contra el Varea de La Rioja. Al partido de ida no pudo ir. Según recogió Deia, el día antes de partir a tierras riojanas toda la plantilla pasó por la casa de Azkueta para visitarle. A pesar de encontrarse todavía en proceso de recuperación, no se perdió el partido de vuelta para ver al sénior que formó en el 79 ascender a la categoría de bronce del fútbol estatal.

 

Con el Leioa a todas partes

bottom of page