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David Movilla: "Dejé mi trabajo para dedicarme a entrenar con 26 años"

El entrenador de Barakaldo recuerda sus inicios, su trayectoria y explica cómo ha cambiado el Leioa, un club donde ha hecho historia en los últimos nueve años

 

Nació en Barakaldo un 9 de febrero de 1980. De pequeño comenzó en el equipo del colegio como portero, algo que decidió su padre, su entrenador por aquel entonces. Al pequeño David le daba igual ser jugador o ponerse bajo los palos, así que aceptó. No lo hacía mal. Prueba de ello es que el Athletic le captó en edad cadete y en Lezama estuvo tres años. Por aquel entonces ya tenía un objetivo: ser entrenador.

- ¿Con qué objetivo llegaste al Leioa?

 

Yo venía de ser destituido en el Arenas en la jornada 19 sobre un mes de enero. Desde enero hasta julio fueron meses muy largos. Yo necesitaba la adrenalina de la competición.

 

Cuando me dicen de entrenar en una categoría menor de la que yo había entrenado, veo dentro del club unos medios y unas instalaciones importantes y tuve el objetivo de venir aquí y desarrollarme como entrenador como no me habían permitido en el Arenas en la medida que yo quería y de volver a recuperar la categoría en la que estaba entrenando de una manera progresiva.

 

 

- ¿Y cómo evolucionó tu trabajo en el club?

 

Yo dejé mi trabajo para dedicarme a esto con 26 años. Me metí en esto, en un club que no tenía la capacidad económica para darme un salario importante, por lo cual tampoco tenía una capacidad económica para competir con otros equipos de la categoría regional. Me acuerdo del Getxo, del Somorrostro, del Deusto, del Ortuella… había equipos que pagaban más que nosotros.

 

Yo en mi ánimo de poder generar una estructura dentro del club que me permitiera tener mejores futbolistas, es decir, tener mayor poder adquisitivo, en una conversación con el presidente le pregunto a ver si hay una persona dentro del área de publicidad. Me dijo que no, que eran los directivos los que la llevaban y dije “si me dedico yo a esto puedo generar más recursos para yo tener mayor poder adquisitivo en la plantilla y para poder compensarme un poco mi jornada laboral aquí”, porque no me daba con el salario que tenía como entrenador para llegar a final de mes.

 

Entonces empiezo con esas funciones. Me encuentro con una junta directiva que dedica su tiempo libre, pero que era insuficiente para llevar con cierto rigor muchas cosas. Y como me pasaba 16-17 horas aquí me iban cayendo más funciones aparte de la de entrenador del primer equipo y éstas fueron aumentando.

 

El primer año llevé la publicidad y márquetin. Yo iba a los comercios del pueblo, buscaba ideas para generar mayores recursos económicos. Siempre he sido una persona muy inquieta que está siempre pensando cómo mejorar e íbamos generando ideas, en organizar un campus, que ahora lo hacen todos los clubes, pero entonces era algo novedoso. Poner unas máquinas vending en la entrada, que antes no había y entendí que en unas instalaciones como estas con el movimiento que tenía iba a generar recursos. Poner publicidad en la rotonda de la entrada, hacer un equipo de inmigrantes, subir el Mundialito de la Chopera a Sarriena para generar más recursos… Un montón de ideas que iba teniendo. De hecho hasta se puso una txozna en un Mundialito de inmigrantes que fui yo el encargado de organizarla, contratar a las camareras…

 

Se van ampliando los recursos económicos y llega un momento en que no doy para llevarlo. No sé si es el segundo o tercer año. Yo creo que es el tercer año, cuando ascendemos a Tercera. Y le dije a José -Basauri- que contratara a otra persona, para dedicarse a eso, a 40 horas semanales, y le dije que esa persona tendría salario, pero se iba a compensar porque estimaba que se iban a generar recursos teniendo más dedicación, porque a mí el primer equipo me comía todo el tiempo.

 

Se contrató una persona, le dirijo, tuvimos ideas, hicimos una revista quincenal para los días de partido, cogimos un becario de la universidad, de Periodismo… gestionamos todas esas cuestiones e iban en aumento hasta alcanzar un punto en que prácticamente, poniendo gente debajo de mí porque el club va aumentando su envergadura pasamos en 8 años de tener 16 equipos a tener 49. Absorbemos el femenino también, que era otro club y ahora está en nuestra estructura. Pasamos a tener 700 jugadores, a ser el club de Euskadi con más niños y todo eso tiene una serie de connotaciones.

 

Entonces el presupuesto se multiplica por cinco desde el inicio a la situación de la temporada pasada y eso conllevaba una responsabilidad. Y el poner personas competentes en cargos estratégicos para poder ejecutar aquellas ideas. Paso de ser ejecutor a ser quien promueve, quien coordina, quien dirige a esa gente. Es la séptima y octava temporada cuando va más orientado a esa línea.

 

Y la pasada temporada con la llegada de la nueva junta directiva me dijo Javier Landeta que no podían depender tanto de mí y que me tenía que centrar en el equipo e ir, progresivamente, quitando esas funciones que no tienen que ver con el primer equipo. De hecho nos planteamos una transición de año o año y medio para yo poder delegar esas funciones y tengo que decir que en seis meses estaban todas las funciones delegadas.

 

Con una jornada de 10-12 horas podía llevar una jornada normal y tranquila de lunes a domingo. Antes tenía que ampliar las horas. En Segunda B tengo más medios. Antes teníamos una cámara casera y llegaba a lo que llegaba. Ahora tenemos cámaras de vídeo de alta definición y podemos sacar todos los partidos de Internet y hacemos un amplio el seguimiento a los equipos rivales.

 

 

- ¿Cómo se gesta la decisión de dejar tu trabajo por ser entrenador?

 

No tuve el respaldo de nadie. Mi familia se echó las manos a la cabeza. Porque sí es verdad que tuve años en el trabajo un poquito inestables, con contratos temporales, pero cuando yo planteo que ya no continuo ahí es cuando querían hacerme fijo, encargado de zona. Y digo que lo tengo muy claro, que quiero apostar ello.

 

Hice una apuesta. Con riesgo, porque ya iba a tener cierta estabilidad laboral, pero era agarrarme a una apuesta que sabía que tenía que ser a medio-largo plazo, porque sabía que el Leioa no tenía recursos suficientes para mantenerme.

 

Yo paso de estar en un piso de alquiler a una habitación de alquiler para poder sufragar mis gastos. Recuerdo finales de mes de no tener gasolina en el coche y subir andando. Recuerdo momentos complicados, sobre todo el primer año. El segundo también hubo movimientos complicados. Y en Tercera ya tuve una situación más estable, en base al ascenso, que fue importante y en base a que yo creo que los años que he estado aquí he sido capaz de que mi salario no haya supuesto un duro desembolso al club, generando esos recursos económicos.

 

Fue un paso difícil. Una apuesta que me ha salido bien, pero podía haber salido mal. 

 

 

- ¿Para qué da económicamente el Leioa en su día a día?

 

En División de Honor para sobrevivir justo. En Tercera División, los dos primeros años, justo. Porque había desplazamientos, un montón de llamadas, sufragar lo del móvil… Y a partir del quinto año ya para estar tranquilo. No ahorro nada, porque no… Pero yo el único objetivo que he tenido a nivel económico dentro del club ha sido que me dé la suficiente independencia económica para seguir desarrollándome en mi formación y en el rendimiento del equipo.

 

Y cuando hablo de formación, he ido a todos los congresos, el último en Sevilla -enseña el diploma-, en el Congreso Mundial de Entrenadores. Estuve en Sevilla tres días, entonces lo único que necesitaba eran recursos para poderme ir a allí, pagarme dos-tres noches de hotel y poder volver. Y luego para sacar rendimiento al equipo, que me sufragara los gastos derivados de mi actividad, porque si había que ir a Murcia a ver un partido eso me lo tenía que pagar yo de mi bolsillo.

 

Entonces yo puedo decir que a partir del quinto año la capacidad que he tenido en el Leioa ha sido la suficiente para poder sufragar esos gastos y llegar a fin de mes. Nunca he tenido intención de ahorrar.

 

 

- ¿Qué margen de evolución tiene el Leioa?

 

Desde enero -de 2015- hay una serie de ideas ya expuestas a la junta directiva de cara a evolucionar. Si es cierto que tienen sus dificultades, porque con cada paso que damos es más difícil seguir creciendo. Pero el club sabe en qué línea puede ir para seguir creciendo.

 

Es evidente que tiene que ser pionero en algunas cosas, diferente a los clubes del entorno en otras, porque las posibilidades del club son otras, las fortalezas y las debilidades son otras.

 

Hay una serie de ideas que maneja la directiva. Alguna frustrada, porque no ha sido posible por causas ajenas a nosotros. El ‘plan A’ era pasar a ser un club vendedor de futbolistas. Firmándoles dos años, yendo a un mercado de captación sub-25, esos jugadores que les puedes vender a seis u ocho equipos de Segunda B y Segunda, más extranjeros con unas condiciones que a ellos les interesaba, para aumentar nuestro músculo financiero con esa venta de futbolistas. Gente que podríamos poner en el mercado, tanto de invierno como de verano, y conseguir dos o tres futbolistas de ese perfil. 

 

El año pasado teníamos cuatro futbolistas que veíamos estratégicos para hacerlo y por unas cuestiones ajenas a nosotros no se pudo hacer.

 

Luego teníamos un ‘plan B’ (evita decir en qué consistía) y luego planteé el ‘plan C’, que están en ello, pero eso va a costar un poquito más. Pero bueno, hay ideas para crecer dentro de la categoría. Hay que desarrollar las bases.

 

El ‘draft’ (iniciativa de Carlos García) ha sido otra alternativa complementaria a esas ideas para ver si venían futbolistas de cierto nivel, futbolistas que te ofrecen las agencias de representantes y que dices que no les conoces, pues que puedan venir aquí y desarrollarse. Vinieron futbolistas no sé si de ocho o diez países.

 

La evolución está limitada, pero creo que todavía se puede, haciendo muy bien las cosas, claro.

 

 

- ¿Cuál es su aspiración en el mundo del fútbol?

 

Llegar a lo máximo y mantenerme en lo máximo. Sacando el máximo rendimiento a las plantillas que entrene. Sin prisa. Tengo 30 años de carrera por delante, llevo ya 16, pero sabiendo que tengo que quemar unas etapas, unos plazos. Pero a eso aspiro.

Trayectoria de David Movilla

Despedida de David Movilla de la Sociedad Deportiva Leioa

 

La decisión de ser entrenador

 

El actual entrenador del Barakaldo cuenta cuándo empezó a tener interés por ser entrenador y cuándo tomó la decisión de serlo.

Movilla repasa su trayectoria como técnico.

"No me daba con el salario que tenía como entrenador para llegar a final de mes"

"Paso de estar en un piso de alquiler a una habitación de alquiler para poder sufragar mis gastos"

"Desde enero -de 2015-hay una serie de ideas ya expuestas a la junta directiva de cara a evolucionar"

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